Bandera:
- Cada país me distingue, pues yo lo represento, suelo estar en las alturas, cara al sol y cara al viento.
- Me llaman lavandera mas nunca toqué el jabón, y siempre que me veas estaré en puesto de honor.
Buzón:
- Me llegan las cartas y no sé leer y, aunque me las trago, no mancho el papel.
Calle:
- Todos me pisan a mí, pero yo no piso a nadie; todos preguntan por mí, yo no pregunto por nadie.
Campanas de la Iglesia:
- ¡Tilín, Tilán!, en las procesiones, ¡Tilín, Tilán!, las fiestas animan ¡Tilín, Tilán!, todos los domingos, ¡Tilín, Tilán!, nos llaman a misa.
Coche:
- Le hacen correr sus caballos y nunca le salen callos.
- Un bulto veo venir, sus pasos no hay quien los cuente, y, cuando se acerca a mí, meto mi cuerpo en su vientre.
- Zapatos de goma, ojos de cristal, con una manguera lo alimentarás, dentro del garaje lo sueles guardar.
Esquina:
- Vivo entre dos muros que no pueden verse y aunque no me doblo me dobla la gente.
Farola:
- Alta y delgada, cabeza brillante, ilumina de noche a los caminantes.
Semáforo:
- Con sólo tres colores ordeno a cada uno. Si todos me respetan no habrá accidente alguno.
- Ciudadano muy mirado, moderno camaleón, subido en tu árbol, cambias de color.
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