Agua:
- Adivina quién soy: cuanto más lavo, más sucia soy.
- De la tierra voy al cielo y del cielo he de volver; soy el alma de los campos que los hace florecer.
- En la ventana soy dama, en el balcón soy señora, en la mesa cortesana y en el campo labradora.
- Está en el grifo, está en el mar, cae del cielo y al cielo va.
- ¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo mucho más sucia me voy?
- ¿Quién será la que pasa entre mis ojos, si no soy más que un puente y no la cojo?
- Si me tiran por el suelo ya no hay quien me recoja, y el que quiera sostenerme es seguro que se moja.
Aire:
- Ni lo puedes ver ni vives sin él.
- Soy tan grande como el mundo y con todo no me ves, me tienen por vagabundo, te envuelvo ancho y profundo de la cabeza a los pies.
Arco iris:
- Doy al cielo resplandores cuando deja de llover: abanico de colores, que nunca podrás coger.
- Entre la lluvia y el sol, un arco a todo color.
- Llevo, sin ser arlequín, de colores mi librea, yo salgo de tarde en tarde y espero siempre a que llueva.
- Son mis colores tan brillantes que el cielo alegro en un instante.
Ascua:
- Soy chica roja y liviana en invierno doy la vida y los muy aprovechados a mí arriman la sardina.
- Soy muy chica y muy ligera y a pesar de ésto, es muy cierto que puede ningún vivo tenerme un ratito en peso.
- Tamaño como una avellana, y pesa más que una campana.
Bosque:
- En verano barbudo y en invierno desnudo, ¡esto es muy duro!
Colmena:
- Muchas monjitas en un convento, visitan las flores y hacen dulces dentro.
- Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
Estío:
- Él es tío sin sobrinos, a todos calienta igual. Si no sabes de quién hablo, tras la primavera vendrá.
Fuego:
- Carece de boca y come, no tiene piernas y huye; allí donde aparece todo lo quema y destruye.
- Tamaño como una nuez y nadie puede con él.
Granizo:
- Confites, confites blancos que rebotan en el suelo, si no los recoges pronto tendrás agua entre los dedos.
Hielo:
- De mi madre nací yo, sin fundamento de padre; y luego me he muerto yo y de mi nació mi madre.
- En las regiones polares se encuentra en todos los mares.
- Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Hierba:
- Es tan humilde y tan buena que hasta se deja pisar; para el almuerzo y la cena la vaca la va a tomar.
Lluvia:
- Millares de soldaditos van unidos a la guerra y todos arrojan lanzas que caen sobre la tierra.
- Viene del cielo, del cielo viene, a unos disgusta y a otros mantiene.
Montaña:
- Lomos y cabeza tengo y aunque vestida no estoy, muy largas faldas mantengo.
Niebla:
- No ves el sol, no ves la luna, y si está en el cielo no ves cosa alguna.
Nieve:
- Nazco en lugares abruptos sin haber tenido padre y conforme voy muriendo va naciendo mi madre.
- Vuela en el aire, pace en la tierra, se posa en los árboles, anda en la mano, se deshace en el horno y se ahoga en el agua.
Nube/s:
- Como el algodón suelo en el aire flotar, a veces otorgo lluvia y otras, sólo humedad.
- En el cielo soy de agua, en la tierra soy de polvo, en las iglesias de humo y mancha blanca en los ojos.
- Es un rebaño de ovejas que alegre recorre el cielo; de vez en cuando nos moja, pero también nos limpia el suelo.
Primavera:
- No soy estación del Metro ni soy estación del tren, pero soy una estación donde mil flores se ven.
Puntos cardinales:
- Cuatro puntos son y para distinguirlos necesitamos del sol.
- Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.
Rayos del sol:
- ¿Qué cosa es esa cosa que entra en el río y no se moja?
Río/s:
- Desde el día en que nací, corro y corro sin cesar: corro de noche y de día hasta llegar a la mar.
- Kilómetros mido, hectolitros llevo, kilovatios doy, hectáreas mantengo.
- Nazco y muero sin cesar; sigo no obstante existiendo, y, sin salir de mi lecho, me encuentro siempre corriendo.
- Sin vacación en sus cursos, al principio son pequeños, suelen nacer en montañas y morir de marineros.
- Tengo lecho y no me acuesto tengo curso sin ser maestro.
Tormenta:
- Retumban los tambores con ecos tremendos y chispas fugaces; cae agua a raudales.
Trueno:
- Bramido a bramido, antes de las tormentas todos lo hemos oído.
Viento:
- Aparece por delante, por los lados, por la espalda, te descuidas un instante y te levanta la falda.
- ¿Qué cosa es aquella que te da en la cara y no puedes verla; que empuja sin manos y hace andar sin ruedas; que muge sin boca y marcha sin piernas?
- ¿Qué es, qué es, que te da en la cara y no lo ves?
- Rompe y no tiene manos, corre y no tiene pies, sopla y no tiene boca, ¿Qué te parece que es?
- Vuela sin alas, silba sin boca, azota sin manos y tú ni lo ves ni lo tocas.
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